Defensa desesperada en Caballito: una mujer evitó un ataque y terminó matando a su ex pareja con su arma reglamentaria

Un dramático episodio ocurrido en el barrio porteño de Caballito volvió a poner en foco los casos de violencia de género y las situaciones extremas a las que muchas mujeres se enfrentan cuando intentan protegerse. En la madrugada de este miércoles, una oficial de la Policía Federal Argentina (PFA), de 31 años, se vio obligada a defenderse y proteger a sus hijos durante un violento ataque de su ex pareja, quien tenía denuncias previas y una restricción de acercamiento vigente. El hombre murió tras recibir dos disparos.

De acuerdo con la reconstrucción inicial del hecho, los vecinos llamaron al 911 alrededor de las 5 de la mañana tras escuchar gritos y disparos provenientes del departamento. Cuando los oficiales llegaron al lugar, encontraron a la mujer herida en una pierna y al agresor sin vida en el interior de la vivienda. Los dos hijos de la oficial, de cuatro y ocho años, se encontraban en la misma habitación al momento del enfrentamiento, aunque resultaron ilesos.

La mujer relató que su ex pareja había irrumpido en el domicilio y que, en medio de una discusión que rápidamente escaló, él intentó atacarla. La oficial, que contaba con un botón antipánico debido a las denuncias previas por violencia, usó su arma reglamentaria para repeler la agresión. Uno de los disparos impactó en su propio muslo, por lo que debió ser trasladada de urgencia al Hospital Durand y posteriormente al Hospital Churruca, donde fue intervenida quirúrgicamente.

Como parte del protocolo, se le realizó un dermotest, que arrojó resultado positivo, confirmando la manipulación reciente de su arma. La investigación busca determinar con precisión cómo se desarrollaron los hechos dentro del departamento, pero la principal línea apunta a un episodio de legítima defensa, en un contexto de amenazas previas y de evidente riesgo para la integridad de la mujer y sus hijos.

La oficial forma parte de la División Sustracción de Automotores de la PFA. Según trascendió, había logrado separarse del hombre hacía aproximadamente seis meses y se había mudado al departamento donde ocurrió el ataque en un intento por recomponer su vida familiar. La denuncia contra su ex pareja había sido radicada un año antes, cuando se dictó la perimetral que le prohibía acercarse.

Aunque en un principio se barajó la posibilidad de que el hombre hubiera ingresado a la fuerza, los investigadores hallaron entre sus pertenencias un juego de llaves, lo que abrió la hipótesis de que la mujer podría haberlo dejado entrar voluntariamente o de que el encuentro hubiera sido pactado. No obstante, lo que llamó la atención de los efectivos fue que, al revisar su ropa, encontraron un cuchillo de cocina, elemento que refuerza la teoría de que el agresor habría llegado preparado para un ataque.

Por el momento, la oficial continúa internada, bajo custodia y acompañada por profesionales, mientras se esperan peritajes complementarios y declaraciones que permitan esclarecer los detalles. En paralelo, los organismos especializados en violencia familiar insistieron en que este tipo de episodios evidencia el grave riesgo que muchas víctimas enfrentan incluso cuando cuentan con medidas judiciales de protección.

El caso, que conmocionó a la comunidad de Caballito, sigue en investigación. Sin embargo, todo apunta a que la mujer actuó en una situación límite, intentando proteger su vida y la de sus hijos frente a un episodio de agresión que podría haber tenido consecuencias aún más graves.