Confusión fatal: Rusia admite que derribó por error un avión comercial de Azerbaijan Airlines
Un incidente aéreo ocurrido en el espacio ruso ha generado conmoción internacional y una fuerte tensión diplomática entre Rusia y Azerbaiyán. El presidente Vladimir Putin confirmó que un avión de la aerolínea Azerbaijan Airlines fue derribado accidentalmente por un sistema de defensa antiaérea ruso, luego de que fuera confundido con un dron ucraniano. La tragedia dejó 38 personas fallecidas y abrió una investigación a gran escala para esclarecer las causas del error.

El avión siniestrado era un Embraer E190AR, un modelo de uso comercial que realizaba un vuelo programado entre Bakú y Grozny, la capital de Chechenia, región gobernada por Ramzan Kadyrov, uno de los aliados más cercanos de Putin. Según los primeros reportes de la investigación, la nave perdió contacto con los sistemas de navegación mientras se aproximaba al aeropuerto y solicitó asistencia técnica y vectoreo para regresar a Azerbaiyán.
Los registros de comunicación revelan que, durante los últimos minutos, los pilotos reportaron fallas en el control de la aeronave y problemas de presión en la cabina, lo que complicó sus intentos de estabilizar el vuelo. En medio de la confusión, se escuchan mensajes donde la tripulación menciona un “impacto en la cabina” y pérdida total de maniobrabilidad. Poco después, el radar perdió la señal del avión por más de media hora, hasta que reapareció brevemente cerca de Aktau, en Kazajistán, donde finalmente desapareció por completo.
Las primeras hipótesis apuntan a que el sistema antiaéreo Pantsir-S1, desplegado en la región rusa de Naursky, habría lanzado un misil por error contra la aeronave. Los especialistas sostienen que las defensas rusas estaban en estado de alerta por posibles incursiones de drones ucranianos, y que el avión comercial fue identificado erróneamente como una amenaza.
El incidente no solo dejó víctimas, sino también un fuerte impacto diplomático. El gobierno de Azerbaiyán expresó su “profunda consternación” por lo ocurrido y exigió explicaciones claras sobre cómo un vuelo civil pudo ser confundido con un artefacto militar. Desde Moscú, Putin calificó el hecho como “un error trágico” y aseguró que el Ministerio de Defensa ruso ya inició una investigación interna para determinar responsabilidades.
Durante la emergencia, la tripulación intentó contactar a distintos aeropuertos en Rusia, Kazajistán y Azerbaiyán para realizar un aterrizaje de emergencia. En sus últimas comunicaciones, los pilotos informaron que cambiarían su destino a Mineralnye Vody, aunque posteriormente modificaron la ruta hacia Makhachkala. Estas maniobras erráticas reflejan la desesperación de la tripulación por encontrar un lugar seguro donde aterrizar.
La noticia fue confirmada oficialmente por el Kremlin tras horas de incertidumbre, lo que desató homenajes y muestras de duelo tanto en Bakú como en varias ciudades rusas. En redes sociales y medios locales, familiares y colegas de las víctimas exigieron una investigación transparente y sanciones a los responsables del lanzamiento del misil.
Expertos en defensa aérea indicaron que el Pantsir-S1 está diseñado para interceptar misiles y drones, pero que errores de identificación pueden producirse si el sistema no recibe actualizaciones precisas de radar o si hay interferencias electrónicas. Este tipo de confusiones, advirtieron, pone en evidencia la vulnerabilidad de los cielos en zonas cercanas a operaciones militares.
Mientras tanto, la Comisión Interestatal de Aviación de Rusia trabaja junto a representantes de Azerbaiyán para reconstruir minuto a minuto lo sucedido y determinar cómo un avión comercial fue derribado en una zona sin conflicto activo. Las autoridades no descartan que haya fallas en la coordinación entre los controladores de vuelo y las unidades de defensa, algo que habría contribuido al trágico desenlace.
El episodio generó también preocupación internacional, ya que se suma a una serie de errores militares ocurridos en los últimos años que involucran a aviones civiles. La comunidad aérea global pidió reforzar los protocolos de seguridad para evitar que se repita una tragedia similar.
Con el reconocimiento oficial del Kremlin, el caso pasó de ser un rumor en redes a una crisis diplomática de alto nivel. El gobierno de Bakú solicitó garantías de que este tipo de incidentes no volverán a repetirse, mientras que Moscú enfrenta un nuevo desafío en medio de las tensiones derivadas del conflicto con Ucrania.
En medio del dolor y la conmoción, la prioridad ahora es esclarecer cada detalle de lo sucedido. Lo que debía ser un vuelo rutinario entre dos ciudades aliadas terminó convertido en uno de los errores militares más graves de los últimos tiempos, dejando al descubierto la fragilidad de los sistemas de defensa en una región cada vez más sensible al conflicto.