Mar Tarrés respondió a las críticas por su transformación física y pidió respeto en las redes

La influencer y empresaria Mar Tarrés volvió a estar en el centro de la conversación pública tras referirse a los comentarios que recibe por su cambio físico. Con un tono firme y reflexivo, explicó cómo ha vivido la evolución de su cuerpo, la repercusión en redes sociales y el modo en que decidió enfrentar lo que define como una forma de violencia digital cada vez más extendida.

Tarrés, que cuenta con más de un millón de seguidores, ha sido durante años una de las voces más visibles del movimiento body positive, desde donde promovió la aceptación corporal y la diversidad de talles. Su presencia en redes se consolidó mostrando su figura sin filtros y alentando a otras personas a reconciliarse con su imagen, especialmente a quienes luchan con la estigmatización del sobrepeso.

Sin embargo, hace meses comenzó un proceso personal de descenso de peso que generó opiniones divididas. Aunque en un inicio se la vinculó a la tendencia global de usar ciertos tratamientos médicos que se hicieron populares por su efecto en la pérdida de peso, la cordobesa aclaró que su cambio continuó bajo supervisión profesional, acompañada por especialistas, terapia y actividad física. Desde entonces, decidió compartir parte de ese camino en sus redes, un gesto que despertó tanto apoyo como críticas severas.

En una reciente entrevista televisiva, Tarrés habló sin rodeos sobre los efectos emocionales que le provocaron los ataques en línea. Recordó que en otros momentos de su vida el hostigamiento llegó a afectarla profundamente. Contó que de niña padeció acoso escolar por su cuerpo y que, muchos años después, las redes sociales reavivaron esas heridas con comentarios hirientes que la llevaron a sentir un fuerte malestar emocional. En ese contexto, reveló que hubo etapas en las que la situación se volvió difícil de sobrellevar.

A pesar de todo, sostuvo que con el tiempo aprendió a manejar el entorno digital desde otro lugar. Aseguró que, gracias al apoyo profesional y a su experiencia como empresaria, logró reconvertir esa hostilidad en una oportunidad para impulsar crecimiento personal y laboral. Según explicó, entender el funcionamiento de las plataformas la ayudó a transformar comentarios negativos en herramientas para potenciar su contenido.

Tarrés también recordó su experiencia en 2016, cuando resultó ganadora del certamen “La chica del verano” en Carlos Paz, un concurso que solía premiar figuras con cánones de belleza tradicionales. Señaló que, pese al reconocimiento, atravesaba momentos de mucha inseguridad y sufría ataques constantes en sus redes que afectaban su bienestar emocional.

Hoy, con una importante transformación física y habiendo perdido cerca de 60 kilos, aseguró que las críticas continúan, pero desde un ángulo diferente. Relató que ahora algunos usuarios la acusan de haber perdido demasiado peso, algo que también rechaza. En ese sentido, remarcó que términos como “obesidad” o “anorexia” no deben usarse como insultos, ya que se trata de condiciones de salud que requieren comprensión y acompañamiento.

La influencer explicó que actualmente pesa alrededor de 79 kilos, pero que más allá de los números, su prioridad es cuidar su bienestar integral y sostener hábitos que la hagan sentirse saludable. Además, insistió en la importancia de no juzgar cuerpos ajenos ni simplificar temas complejos ligados a la salud emocional o física.

En su reflexión final, Tarrés afirmó que hoy se siente más preparada para enfrentar los mensajes negativos. Dijo que contestar con respeto le permitió transformar situaciones de hostilidad en mayor interacción y visibilidad, algo que favoreció su marca y su actividad profesional. Sin embargo, aclaró que su postura no implica que el maltrato sea aceptable, sino que eligió resignificarlo para no dejar que afecte su vida.

Para ella, el aprendizaje más importante fue comprender quién es y qué lugar quiere ocupar, tanto en las redes como fuera de ellas. Con ese mensaje, invitó a sus seguidores a recordar que, detrás de cada comentario, hay una persona real que merece respeto.