La difícil jornada médica que atravesó Coco Sily y el inesperado giro que vivió en plena guardia
El fin de semana que debía transcurrir en calma para Coco Sily terminó convirtiéndose en un episodio que el propio humorista describió como uno de los momentos más angustiantes que le tocó enfrentar. Lo que comenzó como una consulta médica de rutina derivó en una situación cargada de incertidumbre, tensión y un diagnóstico que, por un breve lapso, le cambió por completo el panorama.
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La escena contrastó profundamente con el clima de felicidad que lo había acompañado días antes, cuando celebró su casamiento con Cinthia “Chimi” Meza en una ceremonia íntima y emotiva en Berazategui. La pareja venía de atravesar un momento personal luminoso, rodeada de amigos, familia y ese entusiasmo que suele acompañar a los comienzos compartidos. Pero un malestar físico que el actor venía transitando terminó llevándolo directamente a una guardia médica.
Desde hacía un tiempo, Sily estaba lidiando con una diverticulitis aguda, un cuadro que exige controles atentos y respuestas rápidas ante cualquier síntoma que se intensifique. Durante el fin de semana, los dolores empeoraron y su médico de cabecera le recomendó presentarse de inmediato en un sanatorio para realizarse nuevos estudios. Siguiendo esa indicación, el conductor acudió acompañado por su esposa, pensando que se trataría de una consulta breve o, en todo caso, la necesidad de ajustar el tratamiento.
Una vez en la guardia, los procedimientos fueron los habituales: extracción de sangre, controles de rutina y monitoreos para evaluar la inflamación intestinal. Sin embargo, algo en el ambiente cambió cuando los profesionales comenzaron a revisar los primeros resultados. Según relató luego en su programa de radio en Pop, notó que los médicos adoptaban un semblante más serio del habitual. Esa modificación en la actitud del equipo de salud generó una tensión inmediata.
En un momento, una profesional se acercó para hablarle con mayor detalle. Le indicó que ciertos valores analíticos llamaban la atención y que los números no coincidían con lo esperado para un cuadro gastrointestinal. Según explicó Sily, la médica le advirtió sobre la presencia de un posible problema renal importante, lo que implicaba la necesidad de tomar decisiones rápidas y proceder a una internación preventiva. Para alguien que había acudido por una afección conocida, escuchar la posibilidad de una complicación inesperada fue un impacto profundo.
El comediante contó que en ese instante se vio invadido por una cadena de pensamientos inquietantes: tratamientos prolongados, cambios en su vida cotidiana y la incertidumbre sobre cómo ese posible diagnóstico podría influir en su futuro inmediato. Tal como relató, la idea de enfrentar un cuadro grave lo descolocó por completo.
Sin embargo, ese estado de preocupación no duró demasiado. Tiempo después ingresó otro médico con nuevos datos. Con un tono sereno, le comunicó que revisarían la canalización y que no sería necesario proceder con la internación. Ante la sorpresa, Sily preguntó qué había ocurrido y la respuesta fue directa: había existido un error en la lectura de los estudios, derivado de una interpretación equivocada de los valores. Es decir, el cuadro renal que le habían mencionado no correspondía a sus análisis.
El alivio fue inmediato. Lo que minutos antes se había sentido como una noticia devastadora quedó reducido a una confusión técnica. Aun así, el episodio lo dejó frente a frente con la fragilidad emocional que pueden generar este tipo de situaciones y con la importancia de la precisión en el ámbito médico. Su diverticulitis, por supuesto, continúa siendo un tema a tratar, pero de acuerdo con lo informado no se presentaron complicaciones adicionales.
Cuando finalmente salió del sanatorio junto a su esposa, la intensidad del día todavía flotaba en el ambiente. La pareja, que venía de una celebración repleta de alegría, se encontró de golpe navegando una montaña emocional que nadie había imaginado. El propio Coco transformó la experiencia en un relato cargado de reflexión, subrayando la importancia del acompañamiento, la contención y la responsabilidad profesional en situaciones de salud.
Hoy, la prioridad del actor es continuar con su recuperación y mantener los cuidados necesarios para su cuadro intestinal. Y, como expresó al aire, quedarse con la tranquilidad de que aquel susto quedó atrás y que el desenlace, aunque estuvo lejos de ser agradable, terminó siendo favorable.