Despiden en vivo a un periodista mexicano durante su propio programa y el momento se vuelve viral
Un hecho insólito y cargado de tensión se vivió recientemente en la televisión mexicana cuando el periodista Gustavo Macalpin fue despedido en pleno aire mientras conducía su programa de sátira política “El Ciudadano 2.0”, transmitido por Canal 66. Lo que comenzó como una emisión normal terminó convirtiéndose en una escena que rápidamente se viralizó en redes sociales por su inusual desarrollo y el evidente desconcierto del conductor.

Durante la transmisión, Macalpin recibió la visita sorpresa del director general del canal, Luis Arnoldo Cabada Alvídrez, a quien presentó con entusiasmo ante la audiencia. Todo parecía indicar que se trataba de una aparición especial para hacer algún anuncio institucional o compartir un mensaje al público. Sin embargo, en cuestión de segundos, el ambiente en el estudio cambió por completo.
El directivo tomó el micrófono y, tras felicitar al periodista por su trayectoria de más de seis años en la emisora, le comunicó frente a las cámaras que ese sería su último día en la empresa. “Vengo a agradecerte estos seis años de trabajo tan intenso que has hecho. Se ha cumplido un ciclo y has hecho un trabajo extraordinario, licenciado Macalpin. Sobre todo, la entrega, porque fundamentalmente has sido un hombre entregado a tus proyectos”, expresó Cabada ante un conductor visiblemente sorprendido.
Acto seguido, agregó con serenidad: “Todo tiene un ciclo en la vida, y llegó tu ciclo. Este es tu último día”. Las palabras dejaron sin reacción inmediata a Macalpin, quien, intentando mantener la compostura frente al público, se limitó a responder con un “muchísimas gracias y a la orden”, acompañado de un breve abrazo.
Una vez que el director abandonó el estudio, el periodista miró a cámara y trató de cerrar la transmisión con profesionalismo. “Ahí tiene, querido tío, querida tía… una sorpresa la manera. Una manera bastante extraña de que se informara, pero bueno, yo estoy muy contento con ustedes por la oportunidad que he tenido a lo largo de estos seis años y medio”, dijo, en tono entre resignado y reflexivo.
El clip del momento se difundió rápidamente en redes sociales, generando una ola de comentarios que criticaron la forma en que se le comunicó la decisión. Muchos usuarios calificaron la escena como una humillación pública, mientras otros destacaron la reacción respetuosa del periodista, que mantuvo la calma pese a la situación inesperada.
En medio del revuelo, comenzaron a circular distintas versiones sobre las posibles causas del despido. Una de ellas apunta a que Macalpin habría tenido una tensa relación con la empresa en los últimos meses, especialmente después de que su programa pasara de transmitirse cinco días por semana a solo uno. Sin embargo, otro motivo que cobró fuerza fue un monólogo reciente del conductor en el que criticó duramente a Carlos Torres, esposo de la gobernadora de Baja California, Marina del Pilar Ávila Olmeda.
Varios internautas sugirieron que esas declaraciones pudieron haber generado incomodidad en ciertos sectores políticos y, eventualmente, influido en su salida del canal. Ninguna de las partes involucradas ha confirmado oficialmente si ese fue el motivo real, pero el contexto político y la naturaleza crítica del programa alimentaron la especulación.
“El Ciudadano 2.0” era un espacio conocido por su tono sarcástico e irreverente, donde se abordaban temas de actualidad con un enfoque humorístico y cuestionador. Con el tiempo, el programa se consolidó como uno de los contenidos más comentados del canal local, precisamente por la libertad con la que su conductor expresaba sus opiniones.
El despido en vivo de Gustavo Macalpin no solo generó debate sobre la libertad de expresión en los medios, sino también sobre la forma en que se manejan las decisiones laborales en el ámbito televisivo. Muchos periodistas y comunicadores mostraron su solidaridad con el conductor, considerando que la decisión debió comunicarse en privado y no frente a la audiencia.
Aunque el periodista no ha anunciado oficialmente sus próximos pasos, varios medios locales afirman que ha recibido propuestas para incorporarse a nuevas plataformas, incluidas redes sociales y programas digitales independientes, donde podría continuar con su estilo crítico y satírico sin las restricciones de la televisión tradicional.
Lo ocurrido con Gustavo Macalpin es, sin duda, un recordatorio del poder de la televisión en la era digital: un instante inesperado puede volverse viral en cuestión de horas y poner en debate temas como la ética profesional, la libertad periodística y la dignidad laboral.