Detectan nueva variante “Frankenstein” del COVID y preocupa su rápida propagación
Una nueva variante del COVID-19, bautizada como Stratus (identificada técnicamente como XFG o XFG.3), ha comenzado a atraer la atención de las autoridades sanitarias internacionales. Su sobrenombre, “Frankenstein”, surge por su naturaleza recombinante, es decir, una mezcla de diferentes linajes del virus que ha dado lugar a una versión más transmisible y escurridiza frente a la inmunidad previa. Ya ha sido confirmada en varios estados de Brasil, y su presencia en Sudamérica genera inquietud, especialmente ante la llegada del invierno.
Los primeros registros de esta variante en la región se localizaron en Río de Janeiro, San Pablo, Ceará y Santa Catarina, aunque aún no se ha detectado oficialmente en Argentina, según los últimos informes del Ministerio de Salud. Sin embargo, los especialistas advierten que su ingreso al país podría ser cuestión de tiempo, dada la conectividad regional y la circulación transfronteriza.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha incluido a Stratus en su lista de variantes bajo vigilancia, una categoría que indica que no representa un riesgo elevado a nivel global, pero que requiere seguimiento constante debido a su comportamiento de propagación. Esta clasificación se debe, principalmente, a su capacidad para evadir la inmunidad generada tanto por vacunas como por infecciones anteriores.
Expertos como el virólogo Lawrence Young, de la Universidad de Warwick, señalan que esta capacidad de evasión se debe a mutaciones en la proteína espiga, la parte del virus que permite su entrada en las células humanas. Además, advierte que el descenso en los niveles de inmunidad colectiva —por la falta de refuerzos vacunales y la baja exposición reciente al virus— podría allanar el camino para un nuevo aumento de casos.
En cuanto a los síntomas más frecuentes de esta variante, los médicos han identificado un patrón que, aunque similar al de otras cepas, presenta algunas particularidades que conviene tener en cuenta:
-
Ronquera o voz más áspera de lo habitual
-
Afonía parcial
-
Dolor de garganta persistente
-
Malestares digestivos como náuseas, vómitos, diarrea o estreñimiento
-
Sensación de acidez estomacal o hinchazón abdominal
Según el doctor Kaywaan Khan, fundador de la Clínica Hannah London, uno de los signos más distintivos es la ronquera, que puede aparecer incluso sin otros síntomas respiratorios importantes. Afortunadamente, la mayoría de los casos reportados hasta el momento son leves o moderados.
Para quienes experimenten alguno de estos síntomas, las recomendaciones siguen siendo las ya conocidas: aislarse al menos 48 horas después de que desaparezcan los síntomas, evitar el contacto con personas mayores o con enfermedades crónicas, y, en lo posible, realizarse un testeo si se sospecha de un contagio.
Mientras tanto, los profesionales insisten en no relajar las medidas preventivas. Aunque los niveles actuales de contagios en Argentina se mantienen bajos, la llegada del invierno y la detección de Stratus en países vecinos obligan a mantener la precaución. Las principales recomendaciones incluyen:
-
Completar los esquemas de vacunación, incluyendo refuerzos para grupos de riesgo
-
Usar barbijo en espacios cerrados o de poca ventilación
-
Evitar reuniones con personas vulnerables si se presentan síntomas
-
Ventilar los ambientes regularmente
El profesor Young subraya que las vacunas disponibles aún ofrecen una protección efectiva contra formas graves de la enfermedad, lo que refuerza la importancia de no postergar las dosis de refuerzo.
En cuanto al escenario local, los expertos coinciden en la necesidad de reforzar la vigilancia genómica, es decir, el monitoreo de las variantes que circulan en el país. La experiencia con variantes anteriores demuestra que una vez que el virus aparece en un país limítrofe, su expansión puede ser cuestión de semanas. Por eso, aunque Stratus no ha demostrado ser más agresiva, la clave está en anticiparse y mantener la atención puesta en su evolución.