El guardián de Annabelle y el misterio que dejó tras su partida: lo que se sabe hasta ahora

El mundo del misterio y lo paranormal se encuentra consternado tras el fallecimiento inesperado de Dan Rivera, un reconocido influencer e investigador vinculado al universo de los Warren y, especialmente, a la famosa muñeca Annabelle, asociada desde hace décadas a relatos inquietantes y fenómenos inexplicables. Su muerte ha despertado preguntas y conjeturas, tanto por su papel en el ámbito paranormal como por las circunstancias que la rodean.

Dan Rivera, de 54 años, se encontraba participando de una gira nacional en Estados Unidos llamada Devils on the Run Tour, la cual tenía como una de sus principales atracciones la muñeca Annabelle, conservada por la Sociedad de Nueva Inglaterra para la Investigación Psíquica, organización en la que Rivera ocupaba un rol protagónico. Esta entidad fue creada originalmente por los icónicos Ed y Lorraine Warren, conocidos por haber investigado casos reales que luego inspiraron películas como El Conjuro y Annabelle.

La tragedia tuvo lugar en la ciudad de Gettysburg, Pensilvania, una parada más en la gira, donde el evento había agotado sus localidades con más de 1200 entradas vendidas. De acuerdo con testimonios cercanos, Rivera comentó a sus colegas que no se sentía bien y decidió retirarse temprano a su habitación de hotel. Al no tener noticias suyas durante varias horas, sus compañeros se acercaron para verificar su estado y fue entonces cuando lo encontraron sin vida.

Las causas del deceso aún no han sido esclarecidas. El informe preliminar del forense del condado de Adams indica que no se detectaron signos de violencia ni indicios que generen sospechas inmediatas. Sin embargo, se espera el resultado oficial de la autopsia, proceso que puede tardar algunos meses, según informaron las autoridades. Este vacío de información ha contribuido a que circulen especulaciones, sobre todo por el vínculo simbólico que existía entre Rivera y objetos considerados paranormales, como Annabelle.

La Sociedad de Nueva Inglaterra para la Investigación Psíquica publicó un comunicado en el que lamenta profundamente la pérdida de su miembro más destacado, pero asegura que la gira continuará. Según señalaron, Dan hubiese querido que el proyecto siguiera adelante, difundiendo el legado de los Warren y acercando estos relatos a nuevas generaciones interesadas en lo inexplicable.

Dan Rivera se había convertido en una figura popular en redes sociales, especialmente en TikTok, donde compartía videos relacionados con los casos investigados por los Warren, muchos de ellos basados en relatos reales y documentos de archivo. También participó en producciones como 28 Days Haunted, transmitida por Netflix, y fue parte del equipo de la serie Most Haunted Places.

Compañeros de ruta como Ryan Buell, otro investigador del campo, recordaron a Rivera con palabras emotivas: “Hace solo dos meses recorrimos el país juntos. Dan era una persona apasionada por su trabajo, siempre dispuesto a enseñar y a mantener vivo el legado de Ed y Lorraine”, expresó Buell al medio Page Six.

En paralelo, la historia de Annabelle sigue despertando curiosidad. Se trata de una muñeca de trapo de la serie Raggedy Ann, que cobró notoriedad en los años 70 cuando dos jóvenes aseguraron haber vivido fenómenos extraños tras tenerla en casa. Un médium llegó a afirmar que el objeto estaba habitado por el espíritu de una niña llamada Annabelle, aunque los Warren concluyeron que, en realidad, se trataba de una entidad que utilizaba la figura de la muñeca para manifestarse.

Tras el fallecimiento de Ed Warren en 2006 y de Lorraine en 2019, su hija Judy y su yerno Tony Spera tomaron la posta del legado, incluyendo la custodia de los objetos recolectados por la pareja a lo largo de su carrera. Aunque el museo original debió cerrar por cuestiones legales, muchas de estas piezas se mantienen bajo custodia estricta y participan en exhibiciones temporales en diversas ciudades de EE.UU.

La muerte de Dan Rivera deja un vacío en el mundo de la investigación paranormal, y aunque aún no se ha determinado qué ocurrió exactamente, su labor y su entrega siguen siendo valoradas por una comunidad que mezcla la ciencia, la creencia y el misterio. Mientras tanto, el nombre de Annabelle vuelve a acaparar titulares, recordando que lo desconocido nunca deja de atraer, fascinar y, a veces, inquietar.