El inolvidable actor de “Mi pobre angelito”, reaparece y habla de las secuelas que enfrenta tras su derrame cerebral
El reconocido actor Tim Curry, famoso por su papel en la película “Mi pobre angelito 2: Perdido en Nueva York”, volvió a captar la atención del público al reaparecer en un evento especial en Los Ángeles, donde conmovió a todos al hablar sobre las secuelas físicas que aún padece después del derrame cerebral que sufrió hace más de una década.

Curry, recordado por su inconfundible humor y su talento tanto en el cine como en el teatro, participó recientemente en la celebración por el 50 aniversario de “The Rocky Horror Picture Show”, una de las películas más emblemáticas de su carrera. Durante el evento, celebrado en el Academy Museum de Los Ángeles, el público lo recibió con una ovación de pie, demostrando el cariño y la admiración que sigue despertando entre los fanáticos.
Con una sonrisa y su característico ingenio, Tim Curry agradeció el gesto y se refirió con naturalidad a su estado de salud actual. “Todavía no puedo caminar, por eso estoy en esta silla tan tonta. Así que no estaré cantando ni bailando muy pronto”, dijo con un tono de humor que arrancó risas entre los asistentes. Su comentario reflejó la fortaleza y la actitud positiva que lo han acompañado desde aquel accidente cerebrovascular ocurrido en 2012.

El incidente tuvo lugar cuando el actor tenía 66 años. Según él mismo relató en una entrevista con People, todo ocurrió mientras recibía un masaje. “El masajista me dijo que estaba preocupado y quería llamar a una ambulancia. Yo le respondí que no era necesario, pero al final fue una decisión que probablemente me salvó la vida”, recordó. Ese episodio marcó un antes y un después en su vida: el derrame lo dejó con parálisis parcial y dificultades en el habla, obligándolo a depender de una silla de ruedas.

A partir de entonces, Curry inició un largo proceso de rehabilitación. Gracias a su perseverancia y apoyo médico, logró recuperar parte de su movilidad y su voz, aunque no completamente. Lo que nunca perdió fue su esencia: el carisma, la ironía y el talento que lo convirtieron en uno de los actores más queridos de su generación.
Nacido el 19 de abril de 1946 en Grappenhall, Inglaterra, Tim Curry ha dejado una huella imborrable en el mundo del entretenimiento. Su versatilidad lo llevó a brillar tanto en el cine como en el teatro y la televisión. Entre sus papeles más recordados se encuentran Pennywise en la primera adaptación de “It” (1990), el mayordomo Wadsworth en “Clue” (1985), el oscuro Señor de la Oscuridad en “Legend” (1985) y el villano Rooster Hannigan en “Annie” (1982).

También participó en éxitos como “Los Ángeles de Charlie”, “Congo”, “Scary Movie 2” y “La familia Addams: La reunión”. Además, su voz inconfundible ha dado vida a personajes animados icónicos como Nigel Thornberry en “Los Thornberrys”, el Emperador Palpatine en “Star Wars: The Clone Wars” y el Capitán Garfio en “Peter Pan y los piratas”.

Aunque su estado de salud le impidió continuar con el ritmo de grabaciones presenciales, Curry nunca se alejó del arte. En los últimos años ha mantenido su actividad profesional como actor de doblaje, demostrando que su talento trasciende las limitaciones físicas. Actualmente, trabaja en el lanzamiento de su libro de memorias, titulado “Vagabond”, que saldrá a la venta el próximo 7 de octubre y donde relatará su vida, su carrera y su proceso de superación.
A sus 79 años, Tim Curry se mantiene como un símbolo de resiliencia y pasión por la actuación. Su historia es un recordatorio de que el amor por el arte puede ser más fuerte que cualquier adversidad. Su aparición pública no solo conmovió a sus seguidores, sino que reafirmó su lugar como una leyenda viva del cine y el teatro.