«El último abrazo»: el trágico hallazgo que conmocionó a todo Estados Unidos tras las inundaciones en Texas
Lo que comenzó como unas tranquilas vacaciones familiares terminó en una tragedia que ha estremecido a toda la nación. Blair y Brooke Harber, dos hermanas de 13 y 11 años, fueron halladas sin vida luego de las devastadoras inundaciones que golpearon la región de Texas Hill Country, una zona conocida por sus paisajes naturales pero que en cuestión de horas se transformó en escenario de desesperación y pérdida.
Las niñas se encontraban disfrutando de unos días de descanso junto a su familia en Casa Bonita, una comunidad cerrada en Hunt, cuando durante la madrugada del viernes se desató una intensa tormenta. Lo que parecía una noche más, se convirtió en una emergencia. Según informó Jennifer Harber, tía de las niñas, a través de una campaña de GoFundMe, el agua comenzó a ingresar con fuerza a la vivienda alrededor de las 3:30 a.m., momento en el que RJ Harber, el padre, se despertó sobresaltado.
La intensidad de la lluvia era tal que resultaba casi imposible detectar el avance del agua, que para entonces ya estaba invadiendo las cabañas de la zona. En medio de la angustia, Brooke, la menor, logró enviar un breve pero significativo mensaje de texto a su familia: «Os quiero». Fue el último contacto conocido con las niñas.
Los padres, RJ y Annie, al darse cuenta del peligro, rompieron una ventana en su cabaña para escapar e intentaron llegar hasta el lugar donde dormían sus hijas, quienes estaban acompañadas por sus abuelos, Mike y Charlene Harber, en una vivienda vecina. Sin embargo, las condiciones eran extremas. El agua había cubierto caminos y arrastraba con fuerza todo a su paso.
Desesperados, la pareja acudió a un vecino, quien les prestó un kayak en un intento por navegar hasta la otra cabaña. No obstante, la corriente resultó ser demasiado intensa y peligrosa. Poco después, tanto ellos como otros residentes fueron evacuados por equipos de rescate.
Doce horas más tarde y a casi 24 kilómetros río abajo, personal de emergencia localizó a Blair y Brooke. Según relató su tía Jennifer a un medio local, las niñas fueron encontradas juntas, con las manos entrelazadas, una imagen que simboliza el lazo inquebrantable que las unía incluso en sus últimos momentos. Sus abuelos, por su parte, permanecen desaparecidos, y continúa su búsqueda.
La tragedia ha causado un profundo impacto, no solo por la juventud de las víctimas, sino también por la conmovedora escena que deja al descubierto la magnitud del dolor que provocan estos fenómenos naturales. Las hermanas eran estudiantes en la escuela católica St. Rita’s de Dallas, donde su madre también trabaja como docente.
La familia ha compartido emotivos recuerdos de las niñas. Blair era descrita como brillante y empática, mientras que Brooke tenía una personalidad alegre y carismática, capaz de iluminar cualquier espacio con su risa. Ambas llevaban consigo sus rosarios, muestra de la profunda fe que la familia profesa y que ahora les brinda consuelo ante lo ocurrido.
La decisión de dividirse en dos cabañas durante su estancia —una de ellas ofrecida amablemente por un vecino para que las niñas pudieran descansar con más comodidad— fue parte de los hechos que, sin saberlo, marcarían el desenlace.
Hasta el momento, más de 80 personas han perdido la vida en Texas a causa de las inundaciones, y más de 40 continúan desaparecidas. Las autoridades mantienen activos los operativos de rescate y asistencia a las familias afectadas por la emergencia.
En medio del dolor, los Harber han decidido compartir su historia como una manera de honrar la memoria de sus hijas y como testimonio del poder del amor fraternal, incluso en los momentos más oscuros. Una imagen perdurará para siempre en su memoria: la de dos niñas que, hasta el último instante, permanecieron unidas.