Explosión en el dedo

Muchas veces ignoramos alguna molestia por no darle importancia o no tener tiempo para realizarnos un chequeo, sin pensar que éstas pueden derivarse en una situación que puede poner en riesgo y comprometer nuestra salud.

Esta es la historia de Winston Vilaseca, un hombre joven acostumbrado al trabajo pesado. Su rutina empezaba todos los días a las 7 de la mañana en una fábrica de metalúrgica donde tenía que cumplir con varias labores. Un día cualquiera, mientras Winston realizaba su jornada, sufrió un inesperado golpe en una de sus manos tras haber recibido el impacto de un material sumamente pesado que había caído sobre ésta. Vilaseca, en su necesidad de seguir trabajando para mantener a su familia, aguantó el dolor y decidió no contar ningún detalle de aquel accidente a sus superiores, de ésta forma no tendría que darse de baja. Por lo pronto, Winston optó por untarse una crema antinflamatoria, así como también se tomó un analgésico para aliviar el dolor.

Con el paso de unos pocos días, el dolor se fue reduciendo pero aquella molestia continuaba y, esta vez, Winston había notado la aparición de un bulto en uno de sus dedos como una infección. Sin embargo, prefirió seguir aguantando el dolor y así continuar con sus actividades. Hasta que una semana después se había fijado que aquel bulto era mucho más grande.

Winston empezaba a quejarse por su dedo, el cual tenía una especie de infección rodeada de pus. Ante esta situación, se dirigió al hospital más cercano para tratar este problema.

Al llegar al centro de salud, un especialista le practicó algunos exámenes y le indicaron que debía ser intervenido urgentemente, de otra forma podría perder su dedo, incluso, habían probabilidades de que la extracción de aquel bulto se convirtiera en un problema irreparable. Winston intentó extirpar el bulto con ayuda de su mano pero, esto sólo ocasionó más dolor, así que no dudó en ser atendido por los especialistas.

El equipo médico hizo un excelente trabajo y logró extirpar aquel enorme bulto. Winston estaba fuera de peligro pero debía cumplir algunos días de reposo. Su caso le hizo ser más consciente y estar atento a su salud antes que nada.

Luego de unos días, Winston había vuelto a la normalidad, pero, desde ahora sería mucho más cuidadoso para evitar cualquier tipo de accidentes.