Fallece ícono de la música andina que compartió escenario con Juan Gabriel y Rocío Dúrcal

El mundo de la música latinoamericana vuelve a vestirse de luto tras confirmarse la muerte de Paulina Tamayo, una de las voces más queridas y representativas del Ecuador, conocida cariñosamente como “La Grande”. La noticia, que conmovió a artistas, seguidores y compatriotas, se dio a conocer el martes 21 de octubre, cuando la intérprete falleció a los 60 años, dejando atrás una trayectoria de más de cinco décadas dedicadas al arte y al folclore de su país.

Desde temprana edad, Paulina Tamayo demostró un talento natural que la convertiría en un símbolo de la música ecuatoriana. Nacida en Quito el 14 de abril de 1965, comenzó a cantar a los cinco años, sorprendiendo con una voz poderosa y una presencia escénica que cautivaba al público. Apenas dos años más tarde, ingresó a la compañía teatral de Don Ernesto Albán, una figura fundamental del arte nacional, y se convirtió en una de sus principales atracciones durante más de una década.

Su carrera artística despegó rápidamente. A los nueve años, representó a Ecuador en un homenaje a Chabuca Granda en Lima, Perú, donde su interpretación emocionó al público y marcó el inicio de una trayectoria internacional. Con el paso del tiempo, Paulina se consolidó como embajadora del pasillo, el albazo, el sanjuanito y el pasacalle, géneros que defendió con orgullo y pasión, aunque también incursionó con éxito en la balada romántica.

Entre sus temas más recordados se encuentran “Avecilla”, “Collar de lágrimas” y “Morena la ingratitud”, canciones que siguen siendo parte del repertorio tradicional de la música ecuatoriana. A lo largo de su carrera grabó quince discos, algunos de ellos acompañados por orquestas sinfónicas y mariachis, mostrando su versatilidad y amor por las raíces de su tierra. Producciones como “Paulina Tamayo Sinfónico” y “La Grande del Ecuador con Mariachi” reflejan su compromiso por fusionar lo clásico con lo popular sin perder la esencia de su identidad.

Su carisma y talento la llevaron a compartir escenario con grandes estrellas de la música internacional, entre ellos Juan Gabriel, Rocío Dúrcal, Lola Flores, José Luis Rodríguez “El Puma”, Los Panchos y Roberto Carlos, dejando una huella imborrable en cada presentación. Para el público ecuatoriano, Paulina Tamayo no solo fue una artista excepcional, sino también un símbolo de orgullo nacional.

La noticia de su fallecimiento causó una profunda tristeza. En su cuenta oficial de Instagram, su equipo publicó un emotivo mensaje: “La Grande del Ecuador, una leyenda de nuestra música, nos deja un legado que vivirá por siempre. Su voz queda en el corazón de todo un país.”

Su hijo, Willie Tamayo, también le dedicó unas conmovedoras palabras: “El amor de mi vida, mi ejemplo, mi inspiración y mi mayor orgullo. Tu voz, tu arte y tu luz quedarán para siempre en la historia del Ecuador, pero sobre todo, en el corazón de quienes tuvimos el privilegio de amarte. Te amo, mi Grande del Ecuador, ahora eres la Grande del Cielo.”

Según los primeros reportes, la cantante habría fallecido en su domicilio a causa de un paro cardíaco durante la madrugada del martes. Algunos medios locales también mencionaron la posibilidad de una insuficiencia respiratoria, aunque hasta el momento su familia no ha emitido un comunicado oficial sobre las circunstancias exactas.

Durante sus últimos años, Paulina continuó activa en los escenarios, participando en conciertos, festivales y programas de televisión, siempre con una sonrisa y una energía contagiosa que la caracterizaban. Su voz era considerada una de las más potentes del país, y su legado artístico trascendió generaciones.

Hoy, Ecuador despide a una de sus más grandes intérpretes, una mujer que supo representar con dignidad y pasión la esencia de su cultura. Paulina Tamayo, “La Grande del Ecuador”, se marcha dejando un inmenso vacío en la música, pero también una herencia de amor, arte y orgullo nacional que permanecerá viva en cada nota, en cada canción y en el corazón de su pueblo.