Fallece la actriz mexicana ícono de belleza y talento a los 85 años

El mundo del espectáculo mexicano se viste de luto tras confirmarse la muerte de Yolanda García Duhalt, conocida artísticamente como Toska Nina, quien falleció a los 85 años. La noticia fue confirmada por la Asociación Nacional de Intérpretes (ANDI), institución que a lo largo de los años ha sido portavoz de grandes pérdidas dentro de la industria artística.

El anuncio se dio a conocer el 29 de septiembre de 2025, cuando la ANDI publicó un mensaje en sus redes sociales expresando su tristeza por la partida de su socia intérprete. El breve comunicado destacó el cariño y respeto hacia la actriz y cantante, y concluyó con un emotivo “Descanse en paz”. Con esas palabras, miles de seguidores comenzaron a recordar su legado, compartiendo imágenes y mensajes en honor a quien alguna vez brilló con fuerza en la televisión, el cine y la música mexicana.

Aunque hasta ahora no se han revelado las causas de su fallecimiento, se sabe que la actriz residía en La Casa del Actor, institución destinada al cuidado de artistas retirados. Este hecho ha llevado a pensar que sus últimos años los pasó bajo atención especial, aunque oficialmente no se ha confirmado si enfrentaba alguna enfermedad. La falta de detalles ha generado especulaciones en redes sociales, pero lo cierto es que la noticia sorprendió y entristeció a quienes aún la recordaban por su trayectoria.

Yolanda García, mejor conocida como Toska Nina, dejó una marca imborrable en el medio artístico mexicano. Su vida pública comenzó a forjarse cuando participó en el certamen de Señorita México en 1957, experiencia que le abrió las puertas a la actuación y al modelaje. Su imponente belleza y carisma la convirtieron rápidamente en una de las jóvenes promesas del entretenimiento en una época donde las producciones nacionales gozaban de gran proyección.

Durante las décadas siguientes, consolidó su carrera como actriz de cine y televisión, participando en producciones que la colocaron entre los rostros más reconocidos de la época. Pero no se limitó a actuar: también incursionó con éxito en la música, demostrando que su talento era versátil y que podía brillar tanto frente a las cámaras como sobre un escenario. Este abanico de facetas la convirtió en una artista integral, recordada tanto por su voz como por su presencia escénica.

A lo largo de su trayectoria, Toska Nina colaboró con destacados directores, productores y actores, formando parte de la historia del entretenimiento nacional. En un periodo donde la industria estaba marcada por figuras icónicas, ella logró abrirse un lugar gracias a su esfuerzo y talento. Su nombre se mantuvo presente no solo por sus proyectos, sino también por la elegancia con la que siempre se desenvolvió en el medio artístico.

Con el paso de los años, Toska Nina fue alejándose de los reflectores. Su vida se volvió más discreta y privada, hasta que finalmente decidió radicar en La Casa del Actor, donde compartió tiempo con colegas de distintas generaciones. Sin embargo, su ausencia pública no impidió que permaneciera en la memoria de aquellos que disfrutaron de sus interpretaciones y de su carisma.

Tras su fallecimiento, las redes sociales se llenaron de mensajes de despedida de colegas, fanáticos y asociaciones culturales que reconocieron su aporte a la historia artística de México. Para muchos, su partida significa el adiós a una generación que marcó un estilo único en la televisión y el cine, pero también la oportunidad de recordar lo que construyó y el legado que dejó para futuras generaciones de intérpretes.

Hoy, a sus 85 años, la historia de Toska Nina se cierra, pero su recuerdo seguirá vivo en la memoria colectiva de quienes crecieron viendo su trabajo y en el respeto que todavía despierta su nombre en el medio artístico. Su vida fue sinónimo de talento, elegancia y dedicación, tres cualidades que la acompañaron hasta el final y que la convierten en una de las figuras inolvidables del espectáculo mexicano.