Julio Iglesias: Revelaciones inéditas de una leyenda viva
El célebre cantante Julio Iglesias acaba de celebrar su cumpleaños número 81, consolidando una trayectoria que abarca más de cinco décadas de éxitos musicales y una vida repleta de historias cautivadoras. Aunque en los últimos años ha optado por mantenerse lejos de los reflectores, su nombre sigue generando curiosidad y admiración en todo el mundo. Con más de 300 millones de discos vendidos, su próximo documental en Netflix promete arrojar luz sobre aspectos desconocidos de su vida personal y artística.
Nacido en Madrid en 1943, Julio Iglesias creció en una familia acomodada como hijo del médico Julio Iglesias Puga y María del Rosario de la Cueva. Antes de convertirse en una de las voces más reconocidas de la música romántica, Julio soñaba con una carrera en el fútbol profesional. Llegó a jugar como portero en las categorías juveniles del Real Madrid, pero un accidente automovilístico truncó sus aspiraciones deportivas. Durante su recuperación, descubrió su pasión por la música al encontrar consuelo en una guitarra, herramienta con la que comenzó a componer las canciones que lo catapultarían al estrellato.
Tras superar aquel difícil episodio, Iglesias se trasladó a Londres para perfeccionar su inglés, y allí conoció a Gwendolyne Bollore, quien se convertiría en su primer gran amor e inspiración para una de sus canciones más emblemáticas. En diversas entrevistas, el artista ha descrito a Gwendolyne como una figura inolvidable en su vida, marcando el inicio de su incursión en la música.
En 1968, Julio decidió presentar una de sus composiciones en una discográfica. Aunque su intención inicial no era interpretarla, terminó cantando “La vida sigue igual”, tema con el que ganó el Festival Internacional de la Canción de Benidorm. Este triunfo no solo marcó el comienzo de su carrera artística, sino que también le permitió firmar un contrato con Discos Columbia, abriendo las puertas a una trayectoria llena de éxitos.
Dos años más tarde, representó a España en el Festival de Eurovisión con la canción “Gwendolyne”, logrando una destacada cuarta posición. Aunque no ganó el certamen, su carisma y su interpretación dejaron una huella imborrable en el público europeo. Su presencia en el escenario, con su característica sonrisa y un impecable traje azul, lo consolidó como una estrella emergente en el panorama internacional.
La vida personal de Julio Iglesias ha sido tan fascinante como su carrera. En 1971 contrajo matrimonio con Isabel Preysler, formando una de las parejas más mediáticas de la época. Juntos tuvieron tres hijos: Chábeli, Julio José y Enrique, quienes también alcanzaron notoriedad en diferentes campos del entretenimiento. Sin embargo, la relación terminó en 1978, cuando Isabel solicitó el divorcio en un momento clave para la vida del cantante. Aquí puedes ver el video.
Tras su separación, Julio mantuvo una vida amorosa activa que fue ampliamente seguida por los medios. Entre sus romances más comentados estuvieron los que sostuvo con figuras como Virginia Sipl, Giannina Facio, y Priscilla Presley, exesposa de Elvis Presley. Estas relaciones reforzaron su imagen de conquistador y romántico incansable.
En 1990, conoció a Miranda Rijnsburger, quien se convertiría en su compañera definitiva. Con Miranda formó una familia numerosa, teniendo cinco hijos juntos: Miguel, Rodrigo, Guillermo y las gemelas Victoria y Cristina. A pesar de mantener su relación en un bajo perfil, ambos han construido un matrimonio sólido y duradero.
El legado de Julio Iglesias es innegable. Con su inconfundible estilo y su capacidad para conectar con millones de personas, ha dejado una marca imborrable en la historia de la música. A sus 81 años, continúa siendo un referente indiscutible, y su esperado documental promete revelar detalles inéditos de su fascinante vida. Julio Iglesias, el hombre detrás de las canciones, sigue cautivando al mundo con su arte y su historia.