La cantante enfrenta el cáncer con fe y fuerza: “Mi hijo me guía desde el cielo”
La cantante Marlene Calderón atraviesa uno de los momentos más difíciles de su vida al confirmar que padece cáncer de mama, una enfermedad que años atrás le arrebató a su hijo Orlando, quien falleció tras luchar contra un tipo raro de cáncer. A pesar del impacto de la noticia, Marlene asegura que enfrenta esta nueva etapa con esperanza, fortaleza y el convencimiento de que su hijo la acompaña desde el cielo.

Hace poco más de un mes, los médicos le confirmaron el diagnóstico. Aquel día, Marlene estaba acompañada por su madre y su hijo Isaac. Aunque el golpe fue duro, la cantante recordó que nada podía compararse al dolor que sintió cuando, hace tres años y medio, le informaron que su hijo de 15 años padecía adenocarcinoma, una enfermedad que se manifestó de forma silenciosa y que no fue detectada a tiempo. “Muchos integrantes de mi familia han muerto de cáncer: mi abuela materna, cinco tíos paternos y mi hijo. El cáncer es silencioso. Yo no he tenido molestias”, relató con serenidad.

El primer indicio llegó cuando detectó una bolita en su seno derecho. Marlene explicó que desde hace 13 años tiene implantes mamarios, y en el pasado ya había tenido complicaciones con uno de ellos. “Me extrajeron un líquido del seno izquierdo hace tiempo. Fue muy traumático. Me abrieron sin anestesia. Sentí todo el dolor. Las prótesis me daban autoestima”, recordó. Aunque los médicos le dijeron que el cáncer no duele, su instinto la llevó a realizarse estudios más detallados.
Tras varios análisis, los resultados arrojaron sospechas y se le recomendó acudir a un ginecooncólogo. “Me dijeron: ‘Hay sospecha de cáncer. Ni una mastografía ni una resonancia dan el resultado. Se requiere una biopsia’. Me puse a llorar. Ojalá eso me hubieran dicho con mi hijo”, contó. La confirmación llegó poco después: sí era cáncer.
Su madre se derrumbó al escuchar el diagnóstico, pero Marlene mantuvo la calma. “Le dije a mi mamá: ‘Voy a estar bien’. Ella siente el dolor doble, por su nieto”, explicó. A pesar del miedo, decidió apoyarse en su fe y en su hijo Isaac, quien al principio reaccionó con enojo y tristeza. “Me dijo: ‘¿Es broma de la vida o qué? ¿Dónde está tu Dios?’ Y yo le respondí: ‘Mi Dios está ahí porque voy a estar bien. Estoy muy a tiempo’”.
A lo largo de su vida, Marlene ha enfrentado duras pruebas: el abuso que sufrió durante su infancia en el clan Trevi-Andrade, los meses en prisión por una denuncia derivada de ese caso y, más tarde, la pérdida de su hijo. Sin embargo, cada experiencia la ha hecho más fuerte. “He tenido mis enfrentamientos con Dios. Cuando murió Orlando, sentía culpa. Pero un sacerdote me dijo: ‘El cáncer no avisa’. Y entendí que no fue mi culpa. Dios actúa de muchas formas”, expresó.

Gracias al apoyo de amigos y seguidores, logró recaudar cerca de 200 mil pesos para cubrir sus primeros gastos médicos. Aunque quiso tratarse en Los Mochis, los turnos del seguro eran para dentro de dos meses, por lo que decidió atenderse en la Ciudad de México, en la Fundación de Cáncer de Mama (FUCAM). Su madre la acompaña en todo momento y será quien la cuide durante su recuperación.
La cirugía está programada para el 7 de octubre, una fecha simbólica: Orlando partió un día 7, nació un 27 de julio y su nombre tiene siete letras. Por prevención, los médicos le retirarán ambos senos y evaluarán si necesita quimioterapia o radiaciones según los resultados posteriores. “Hay momentos en que le he dicho a Orlando que quiero estar con él, pero él quería que yo estuviera bien. La valentía la saco de él. Fue mi mayor maestro”, confesó entre lágrimas.
Hoy, Marlene asegura que vive el presente con gratitud. “Rezo. Tengo mucho por hacer. Quiero ser ejemplo de motivación, una mujer que ante tanta adversidad no se deja caer. Soy resiliente”. Su mayor temor, admite, es por su hijo Isaac, pero también es su mayor motor. “Vivo el presente al máximo. Despertar, tener una cama, disfrutar lo que como. Con dolor físico, del alma, mis bajas y mis levantones, voy a estar bien”, afirmó con convicción.
Antes de terminar, Marlene expresó un deseo que guarda en el corazón: “Quiero que se sepa la verdad y se haga justicia sobre lo que vivimos en el clan Trevi-Andrade. Que no siga sucediendo. Que la gente nos crea cuenta mucho”.
Con voz firme y mirada serena, Marlene Calderón enfrenta el cáncer con fe, valentía y amor, demostrando que incluso en medio del dolor, la esperanza puede más que el miedo.