La misteriosa predicción del cantante antes de su trágico final
La historia del cantante Zair Guette continúa despertando conmoción y asombro en el mundo artístico. A casi dos años de su muerte, nuevas revelaciones han salido a la luz, alimentando el misterio que rodea su trágico destino. Su familia, todavía en búsqueda de respuestas, reveló que el joven artista colombiano tuvo una conversación premonitoria con su hermano solo ocho días antes de morir, en la que dejó instrucciones sobre un fondo económico destinado a proteger a sus seres queridos.
Zair Guette era una promesa emergente de la música regional mexicana en Colombia. Nacido el 24 de diciembre de 2000 en Barranquilla, creció en una familia humilde: su padre trabajaba como zapatero y su madre era ama de casa. Desde muy pequeño, mostró un enorme talento vocal y una profunda admiración por íconos de la música ranchera como Alejandro Fernández y Vicente Fernández, lo que lo llevó a fusionar los estilos del mariachi, norteño y banda, dando origen a un sonido propio que lo destacó rápidamente.
Su carisma y talento lo llevaron a participar en programas de televisión como Factor X y Yo me llamo, donde conquistó al público con su voz potente y su presencia escénica. Con el paso del tiempo, lanzó varios temas que lo posicionaron como una de las jóvenes promesas del género regional mexicano en su país. Su proyección artística parecía imparable hasta que, de manera inesperada, su carrera se vio truncada.
El 13 de febrero de 2023, el artista fue hallado sin vida en una zona rural del municipio de Ginebra, Valle del Cauca, junto a su mánager Teddy Vergara Álvarez, quien también perdió la vida horas después. Según los reportes iniciales, ambos habían sido citados para una supuesta presentación musical. Sin embargo, las autoridades determinaron que fueron víctimas de una emboscada. Aunque las investigaciones siguen abiertas, se ha mencionado que el cantante había recibido amenazas previas de grupos criminales mediante panfletos intimidatorios.
Uno de los aspectos más impactantes de esta historia es la conversación que Zair mantuvo con su hermano Toñito pocos días antes del suceso. Según contó la familia, el cantante le habló sobre una cuenta donde guardaba más de 240 millones de pesos colombianos, dinero que había reservado para su esposa, sus hijas y su madre. En esa charla, el joven le pidió a su hermano que, en caso de que algo le ocurriera, se encargara de administrar ese fondo y proteger a su familia.
Durante la conversación, Zair incluso explicó cómo acceder a la información guardada en su teléfono, que podía desbloquearse mediante reconocimiento facial, algo que posteriormente permitió a su familia comprobar la existencia de los fondos. Estas palabras, que en ese momento parecieron una simple precaución, hoy adquieren un tono inquietante por la manera en que el artista pareció anticipar su destino.
La familia Guette ha insistido en que las circunstancias de su muerte aún no han sido esclarecidas por completo. A pesar de los esfuerzos de las autoridades, no hay detenidos ni resultados definitivos sobre los responsables del crimen. Esta falta de respuestas ha generado frustración y dolor en sus seres queridos, quienes aseguran que Zair era un joven trabajador, dedicado a su arte y a su familia.
El legado del cantante continúa vivo entre sus fanáticos, quienes recuerdan su pasión por la música regional mexicana y su voz llena de sentimiento. En redes sociales, los admiradores siguen compartiendo sus canciones y videos, manteniendo viva la memoria de quien prometía convertirse en una figura importante del género.
Las revelaciones sobre aquella conversación con su hermano solo agregan un nuevo capítulo al misterio que envuelve la historia de Zair Guette. Su muerte no solo dejó un vacío en la industria musical colombiana, sino también una serie de interrogantes sin resolver. Su familia espera que, con el tiempo, la justicia logre esclarecer los hechos y honrar la memoria de un artista talentoso y visionario, cuya sensibilidad parecía ir más allá de la música, llegando incluso a presentir el final que lamentablemente le esperaba.