La trágica historia de la actriz de “Carita de ángel” que enfrentó sola su enfermedad
El mundo del espectáculo mexicano recuerda con nostalgia y tristeza a Rosita Pelayo, una actriz que dejó huella en múltiples producciones televisivas y que, sin embargo, enfrentó sus últimos años en condiciones muy difíciles. Su partida ocurrió en diciembre de 2023, pocos días antes de cumplir 65 años, y dejó a sus seguidores con un sentimiento de vacío y de injusticia frente al destino que vivió una de las intérpretes más queridas de la televisión.

Rosita Pelayo, cuyo nombre completo era Rosa María Pelayo Vargas, nació el 19 de diciembre de 1958. Hija del también actor Luis Manuel Pelayo y de Rosa María Vargas, parecía predestinada a los escenarios desde pequeña. Su carrera artística comenzó en 1982, cuando se integró al elenco del programa juvenil Cachún, cachún, ra, ra!, dando así sus primeros pasos en una trayectoria que la llevaría a aparecer en producciones inolvidables.
A lo largo de las décadas, participó en numerosas telenovelas y programas de televisión, entre ellos Mujer, casos de la vida real, Esmeralda, Serafín, Carita de ángel, Salomé, Sueños y caramelos, La rosa de Guadalupe, Sortilegio, Como dice el dicho y La hija pródiga. Su último trabajo fue como presentadora en el programa Pelayito y a la boca en 2023, un espacio en el que mostró una vez más su carisma y su cercanía con el público.
En el terreno personal, Rosita Pelayo estuvo casada con el actor Jaime Garza, de quien se separó en 2003. Nunca tuvo hijos, una decisión que tomó de manera consciente. En una entrevista explicó que simplemente nunca tuvo ese deseo y que la maternidad no formaba parte de sus planes de vida. Según sus propias palabras: “Yo decidí no tenerlo. Porque no quería, así de simple”.

La actriz no solo se enfrentó a dificultades profesionales, sino también a una serie de problemas de salud que marcaron profundamente su vida. Durante años padeció artritis reumatoide degenerativa, una enfermedad que afecta las articulaciones, limita la movilidad y provoca molestias continuas. Pese a ello, Rosita nunca dejó de trabajar cuando tenía la oportunidad, aunque las complicaciones físicas le dificultaban continuar en escena con la misma energía de antes.
El golpe más duro llegó en 2023, cuando le diagnosticaron cáncer de colon. Esta enfermedad redujo aún más sus posibilidades laborales y la obligó a buscar apoyo económico para cubrir sus costosos tratamientos. Con valentía, pidió ayuda a través de donativos y continuó con sesiones de quimioterapia y radioterapia, además de intervenciones quirúrgicas.
A pesar de sus esfuerzos, el 16 de diciembre de 2023 perdió la batalla contra la enfermedad. La noticia fue confirmada por su amigo cercano, Jorge Zamitiz, quien explicó que su fallecimiento ocurrió tras complicaciones derivadas del tratamiento. Según relató, en sus últimos días Rosita había mostrado avances, pero una reacción adversa terminó por agravar su estado de salud.
Lo más doloroso para muchos de sus seguidores fue que Rosita atravesó esta etapa prácticamente sin compañía familiar. Tras la muerte de su madre, quedó sin un círculo cercano que la apoyara, ya que no mantenía relación con las pocas tías que le quedaban vivas. Su vida, marcada por la independencia y las decisiones firmes, terminó reflejando esa soledad que ella misma había elegido en parte, aunque las circunstancias también contribuyeron a aislarla.
Su historia es un recordatorio de las dificultades que enfrentan muchos artistas una vez que las luces de los reflectores se apagan. Aunque en vida fue reconocida por su talento y su aporte a la televisión, al final debió lidiar con la enfermedad y con las limitaciones económicas casi en silencio.
Hoy, a casi dos años de su partida, el nombre de Rosita Pelayo sigue vivo en la memoria del público gracias a los papeles que interpretó y al carisma que siempre transmitió. Su vida nos deja una reflexión sobre la fragilidad humana, el impacto de la enfermedad y la importancia de reconocer y valorar en vida a quienes, con su talento, lograron marcar a generaciones enteras.