¡Los errores que nunca viste en ‘Déjenselo a Beaver’ y que cambiarán tu forma de ver la serie!

Si el mundo real fuera como la clásica serie Leave It to Beaver, sin duda sería un lugar más tranquilo y ordenado. Este programa, que en Hispanoamérica se conoció como ‘Déjenselo a Beaver’ y en España como ‘Las desventuras de Beaver’, dejó una huella imborrable en la televisión gracias a su retrato de la familia ideal de los años 50 y 60. Sin embargo, incluso en una serie tan cuidada, hubo varios errores y situaciones curiosas que pasaron desapercibidas para la mayoría de los espectadores.

A pesar de ser una ficción, Leave It to Beaver marcó un estándar de decencia y valores familiares que pocas series han logrado igualar. Con su primera emisión en 1957, rápidamente se convirtió en un fenómeno cultural, y su popularidad sigue vigente hasta el día de hoy. Pero incluso los mejores shows tienen sus fallos, y aquí repasaremos algunos momentos inesperados y errores que se colaron en pantalla.

Uno de los detalles más llamativos ocurrió con el calendario de June Cleaver. En el episodio El pobre perdedor (1963), los fanáticos más observadores notaron que el calendario colgado en la casa de los Cleaver mostraba fechas incorrectas. Todo indica que se trataba de un calendario de 1961, lo que demuestra que el equipo de producción no prestó atención a este pequeño, pero curioso, detalle. En el mismo episodio, cuando Ward y Beaver van a un partido de béisbol, hay un error en las entradas: el nombre de la ciudad ficticia, Mayfield, aparece mal escrito como Mayfied en la letra pequeña, aunque correctamente en el resto del boleto.

Otro momento divertido sucedió en el episodio El tratamiento silencioso, cuando una abeja parece molestar a uno de los personajes. Pero si miras con atención, notarás que se trataba de una abeja falsa atada a un hilo. Los efectos especiales de la época eran rudimentarios, y esta escena es un ejemplo perfecto de cómo los realizadores tenían que ingeniárselas para simular situaciones cotidianas.

El protagonista de la serie, Jerry Mathers, quien interpretó a Theodore Beaver Cleaver, dejó su huella en la televisión desde pequeño. Sin embargo, a diferencia de su personaje, asegura que él se metía en muchos menos problemas. En una entrevista, Mathers recordó que, al estar rodeado de un gran equipo de producción, siempre había alguien cuidándolo, y entre tomas, los técnicos y otros actores jugaban con él para hacerlo sentir parte de una familia.

Su audición para el papel también fue memorable. Llegó vestido con su uniforme de los Lobatos, ya que tenía una reunión justo después. No estaba particularmente emocionado por hacer la prueba, pero su actitud natural y su sinceridad encantaron a los productores, quienes supieron de inmediato que era perfecto para el papel.

Un dato curioso sobre Mathers es que durante años circuló el falso rumor de que había muerto en Vietnam. Aunque intentó alistarse en la Infantería de Marina, finalmente terminó sirviendo en la Guardia Nacional Aérea, donde pasó todo su tiempo en Estados Unidos.

En cuanto a su hermano en la ficción, Tony Dow, quien interpretó a Wally Cleaver, originalmente no fue la primera elección para el papel. En el episodio piloto, el personaje fue interpretado por Paul Sullivan, pero cuando el joven actor dio un estirón y se veía demasiado mayor, los productores optaron por reemplazarlo.

La actriz Barbara Billingsley, quien dio vida a la icónica June Cleaver, siempre aparecía impecablemente vestida, con tacones y su famoso collar de perlas. Pero pocos saben que usaba ese accesorio para ocultar una cicatriz en su cuello, resultado de una cirugía. En cuanto a los tacones, la verdadera razón detrás de su uso era que ayudaban a igualar su estatura con la de sus hijos en pantalla.

En la vida real, Mathers y Dow fueron grandes amigos más allá de la serie. Su química en pantalla reflejaba la verdadera amistad que compartían. Tras el fallecimiento de Tony Dow en 2022, Mathers expresó su tristeza y dijo que su amigo había sido como un hermano para él también en la vida real.

Otro dato interesante es que Déjenselo a Beaver rompió barreras en la televisión. Fue una de las primeras series en mostrar un cuarto de baño en pantalla, algo impensable en los años 50. En un episodio, Wally aparece cargando una tapa de inodoro, y aunque solo se mostró la cisterna, fue suficiente para marcar un antes y un después en la historia de la televisión.

Además, el episodio más caro de la serie se grabó en 1961 y costó 40,000 dólares, una cifra considerable para la época. En la escena más recordada, Beaver trepa una valla publicitaria para comprobar que no había sopa dentro de una taza gigante, pero accidentalmente cae dentro de ella.

Por otro lado, la serie tenía una política de no provocar grandes carcajadas. Sus creadores querían que el humor fuera natural y entrañable, evitando risas exageradas. Si un chiste generaba demasiada risa en las pruebas, preferían cortarlo para mantener la atmósfera familiar.

En definitiva, Déjenselo a Beaver sigue siendo un clásico que marcó a generaciones. Con su humor inocente y sus historias familiares, dejó un legado imborrable en la televisión. A pesar de sus pequeños errores y detalles inadvertidos, su encanto sigue cautivando a los espectadores hasta el día de hoy.