Nueva denuncia anónima reabre las hipótesis sobre el caso de los jubilados desaparecidos en Chubut

La desaparición de Pedro Kreder y Juana Morales mantiene en vilo a toda la provincia de Chubut y al país entero. A doce días de no saber nada sobre el paradero de la pareja, una denuncia anónima presentada en las últimas horas encendió una nueva línea de investigación que podría aportar datos claves para resolver el misterio.

El llamado fue recibido a través de la línea 134, destinada a denuncias y aportes sobre casos en curso. Según trascendió, la persona que se comunicó aseguró que los jubilados habrían sido interceptados y obligados a desviarse de su recorrido original, lo que explicaría por qué abandonaron la Ruta Nacional 3 para tomar la Ruta Provincial Nº 1, un camino de ripio y difícil acceso donde finalmente se halló la camioneta Toyota Hilux en la que viajaban.

La información fue confirmada por el ministro de Seguridad y Justicia de Chubut, Héctor Iturrioz, quien aclaró que el dato anónimo fue incorporado al expediente y está siendo analizado cuidadosamente por los investigadores. “Estamos trabajando sobre dos hipótesis principales: una relacionada con un posible accidente o desorientación, y otra vinculada a la posibilidad de un hecho delictivo ocurrido en la zona”, explicó el funcionario provincial.

El testimonio anónimo coincide con versiones que circulaban desde los primeros días de la búsqueda, donde algunos vecinos habían señalado la presencia de personas desconocidas merodeando por el área de Rocas Coloradas, una región semidesértica y con escasa señal telefónica. Esa información llevó a reforzar los operativos de rastrillaje en distintos sectores del Cañadón Visser, donde la camioneta fue encontrada empantanada, pero sin rastros de la pareja.

Sin embargo, en paralelo a esta nueva pista, un grupo de expertos y guías locales sostiene otra posibilidad: que Kreder y Morales podrían haber sufrido un accidente natural en la zona, afectada por formaciones geológicas peligrosas conocidas como sumideros.

El baqueano Martín Pérez, quien colabora con las tareas de rescate, explicó que estos sumideros son depresiones profundas en la tierra que se forman por erosión o filtraciones subterráneas. “En el Zanjón de Visser hay varios. Desde arriba parecen terrenos firmes, pero en realidad pueden colapsar de un momento a otro. Si alguien pasa por encima, puede hundirse sin advertirlo”, describió el guía.

Pérez aclaró que este fenómeno es común en la región costera chubutense y representa un riesgo para quienes transitan sin conocer bien el terreno. “No es una zona sencilla para moverse. Hay viento, suelo irregular y zonas que se hunden. Por eso, no descartamos ninguna posibilidad”, agregó.

A pesar del tono reservado de las autoridades, el guía fue más contundente: “Me duele decirlo, pero ya no estamos buscando solo a personas perdidas. Estamos intentando entender qué fue lo que realmente pasó. Este caso nos afecta a todos porque podría ser cualquier vecino, cualquier abuelo que sale a disfrutar de un viaje y no regresa”.

Mientras tanto, las fuerzas de seguridad continúan con rastrillajes aéreos y terrestres utilizando drones, perros entrenados y equipos de geolocalización. Las condiciones climáticas, sumadas al terreno complicado, han dificultado el avance, pero los investigadores aseguran que no bajarán los brazos.

La familia de los jubilados, en tanto, mantiene la esperanza de recibir noticias alentadoras. “Confiamos en que se pueda esclarecer todo. Lo único que pedimos es saber la verdad”, expresó uno de los hijos de Pedro Kreder en declaraciones a la prensa local.

La aparición de esta denuncia anónima renueva las expectativas de que el misterio de la desaparición de Pedro Kreder y Juana Morales pueda resolverse en los próximos días. Aunque las hipótesis siguen siendo varias —desde un accidente natural hasta un posible intento de robo—, lo cierto es que la investigación continúa abierta y cada detalle suma en la búsqueda de la verdad.